No sé qué hago aquí a estas horas. Debería estar estudiando, pero te tengo en mi cabeza dando vueltas, ¿sabes? Creí que te habías ido ya. Había olvidado que eres persistente y no te vas nunca.
Una vez te escribí una carta. Lo hice sabiendo que no iba a dártela nunca. Hace de eso ya tres años por lo menos. Y era una despedida, una forma de intentar dejarlo todo cerrado, de explicarme a mí misma que todo estaba bien cuando ya se había acabado. Pensaba realmente que no iba a volver a saber nada de ti. Y fue después cuando quise recuperarte, y di el paso y quedamos a tomar un café. A ti no te gustaba el café. De hecho sigue sin gustarte, pero ahora, por alguna razón oculta, lo tomas.
A veces pienso que ojalá no te hubiera echado de menos, que si no te hubiese buscado de nuevo no dolería ahora tanto. Pero sé que eso es absurdo, y que todo tiene también su parte buena. Su lado positivo. Además, prefiero que hayas sido tú quien me hiciera daño, así sé que por lo menos ha servido de algo.
Una cosa me remuerde: ni te quiero ni te he querido nunca lo suficiente. Siempre quedaron por encima de ti otras cosas, en miles de sentidos. Como el olor a vainilla por ejemplo. Tú no entenderías esta frase, y yo prefiero que no lo hagas...
Te escribí más cosas. Te dediqué un poema de esos que digo que escribo, que ni riman ni nada, que si están ahí es por que en un momento dado he necesitado decir algo y no me he visto con fuerzas como para hacerlo en prosa. Y no fue uno, han sido muchos... Algún día los leerás, pero nunca sabrás que son tuyos.
Esto se está haciendo demasiado largo, y no tengo mucho más que decirte. Yo no puedo seguirte, y tú no puedes quererme. Punto. Y seguido, porque tampoco puedo abandonarte. Dime, ¿qué hago para que no suframos?
Y por si alguien ha llegado hasta aquí, esto no es literario. Es sólo tristeza y necesidad de contar que soy cobarde.
Para ti, la que no va a leerlo, la que no sabe nada, un beso simple que no será el último.
Para el resto, lo siento. Prometo de aquí en adelante traeros cosas interesantes y no líos mentales como este. Nada de estas ralladas. Nunca mais la pedorra esta.
Escrito por RedLabel a las 3 de Febrero 2004 a las 01:33 AMLeer tu blog es como verme al espejo hace una año...Creo haber sentido lo mismo. (y no te disculpes que es bueno sacar toda esa tristeza)
Animo!!! :)
Escrito por jaz a las 3 de Febrero 2004 a las 01:47 AMjeje, gracias por los ánimos :)
supongo que es cuestión de tiempo, ya vendrán épocas mejores que pueda contaros :P
Escrito por RedLabel a las 3 de Febrero 2004 a las 02:38 AMCuriso sentimiento, xq el ser humano se reconcome ante estos pensamientos?¿? que ganas con ello mas q dolor de un recuerdo ya pasado, no lo se, no lo comprendo, pero aun continua haciendo daño. Me siento igual, que aunque no sera un consuelo para ti, espero que pronto se nos pase y veamos la vida de nuevo con ilusion.
Se fuerte y paciente, no puedo decirte nada mas, ya ire leyendo como te trata la vida.
Un beso y gracias por compartirlo. Jaz tiene toda la razon asi que ya sabes!!!
Realmente sientes esto? si es asi no creo que seas cobarde.
Un beso.
Your rayadas are always welcome. Y lo sabes... ¿Me explicarás lo de la vainilla? :P
Venga, me largo a estudiar... te diría que no te rayaras pero, en fin, ya sabes.
Escrito por AciD a las 3 de Febrero 2004 a las 06:27 PM4 años despues diras q no tiene poder sobre ti. Yo lo he hecho. Iwal son menos. [autoconvencimiento]Merecen la pena[/autoconvencimiento]
Escrito por Piru a las 6 de Febrero 2004 a las 10:17 PMMe encantan tus rayadas, no dejes de escribirlas porque hacen pensar, aunque por tu bien espero que no tengas que escribir muchas
Escrito por Tabo a las 14 de Febrero 2004 a las 11:47 PMque te puedo decir!!! Me siento igual que tu! adoro a alguien que se fue y nunca mas regresara.
Escrito por Yaquelin a las 17 de Enero 2008 a las 01:54 AMesta genial lo que escribes
Escrito por alitzel a las 7 de Mayo 2012 a las 05:22 AM