29 de Mayo 2007

Sobrinos, bombillas, y otras cosas con escaso sentido

Estoy cuidando a mi sobri nuevo, y no puedo moverme de aquí. No lo haría de todas formas, seguramente. Quizá me recostaría y leería un par de páginas de alguno de los libros que se acumulan alrededor de mi cama.

De vez en cuando protesta, y mueve sin ton ni son los minúsculos brazos, sin saber utilizarlos todavía. O eso parece. Aunque se sujeta el chupete con bastante pericia.

No me habría movido de aquí de todas formas, seguramente. El ordenador se convierte a veces en una luz a la que miro embobada como una polilla. No quiero con ello decir que me pegue de cabezazos contra la pantalla. Pero se convierte en un medio para no pensar, una herramienta que torna las horas en vacíos, en esperas infructuosas de las que ninguna conclusión puede ser extraída. Es una debilidad habitual.

Tampoco es tan grave como suena. No es grave en absoluto, en realidad.

En realidad, estoy bastante a gusto.

A veces se le cae el chupete, y lo busca tan ferozmente que no atina a encontrarlo, aunque se lo sujeto delante de las narices. Creo que me daría hasta un poco de aprensión si tuviera dientes. Vaya bicho. Luego ya se calma, y se dedica a su tarea con fruición. Su actividad se reduce más o menos a eso, por el momento. Empieza a crecer. Qué tontería, ahora es cuando más crecen, en las primeras semanas. Y a ser cada vez más rico. Apenas ocupo ya su palma entera con el pulgar.

Y poco a poco, sin razón aparente, vuelven a anudárseme las palabras delante de la bombilla.

Escrito por RedLabel a las 29 de Mayo 2007 a las 04:27 AM
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