19 de Febrero 2005

Nada más

Para no variar, vengo de la Cofradía, mi bar favorito del que creo que ya he hablado antes, así que no me extenderé en este punto para que no parezca que vivo en ese bar y soy una alcohólica amargada, que es por lo visto lo que algunos entienden. Más de los que pienso, por lo visto, si recuerdo el comentario del portero de casa de mi primo, que también se pasa por el bar de vez en cuando. El buen hombre, al verme allí siempre, comentó a mi primo que pobrecita, que no levantaba cabeza desde que me dejó mi novio, y que qué mal que se había portado (mi novio) conmigo. Y mi primo partido de la risa porque hacía ya un tiempo que me había dado cuenta de que a mí lo de los tíos me iba más bien poco. Pero bueno, yo no venía a contar esto.

En realidad tampoco venía a contar nada más que un par de tontunas. Al entrar en el bar estaba lleno, y la zona donde suelo ponerme estaba ocupada por unos chavales algo más pequeños, con un cruce extraño entre heavy y esta nueva especie que ha salido de gente un tanto hortera. En un principio no me ha gustado qu estuvieran allí, ha sido una reacción. "Mi" bar estaba lleno de críos armando mucho ruido. Fumando todos como carreteros, encendiéndose los cigarros al mismo tiempo como un acto reflejo, lo que se hace cuando estás empezando a fumar... Uhm, en realidad, lo que yo también hacía cuando empecé a fumar. Y mis amigos. Que además, mis amigos de aquella época eran medio heavies. Y entonces he caido en la cuenta de que más o menos debía tener su edad cuando empecé a ir a la Cofradía. Me he sentido muy vieja. Qué gilipollez, tampoco tengo derecho a sentirme vieja, no lo soy. Pero empiezo a notar cómo pasan las cosas, y cómo cambian y se van acabando, y no me gusta.

Además, siempre me han costado los cambios, hasta el punto de que de pequeña lloraba cuando mi madre cambiaba los muebles de sitio. No sé cómo sigo sorprendiéndome de mis manías y mis líos mentales con este expediente.

Supongo que debería escribir más, pero se suponen muchas cosas. A ver si escribiendo un poco cada día alguna vez se me ocurre algo interesante con lo que aburrir al personal.


Se me han pasado las ganas de escribir algo coherente.
Son estas las veces que echo de menos haber dejado piano, es mucho más fácil soltar lo que sientes.

Escrito por RedLabel a las 19 de Febrero 2005 a las 01:15 AM
Comentarios

A ver este invento, que no me había enterado de que había que cambiarlo...

Escrito por RedLabel a las 5 de Marzo 2005 a las 05:01 PM
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