Yo sólo sé decir que no entiendo nada. Cada vez menos. Se supone que tendría que ser al contrario. Que poco a poco iría encontrándole sentido a la vida, a las personas, incluso a la muerte. Pero lo cierto es que cuando era una niña estúpida de trece años, que creía estar cerca de todas las respuestas, estaba mucho menos perdida que ahora. Y ahora me siento fracasada y simple. Reacciono ante ataques fantasmales encerrándome bajo llave incluso para mí misma, cerrando mi campo de visión con un fundido en negro. Y me vuelvo imbécil y mojigata, y me odio y me repudio por ello. Por todo lo que soy y me he dejado ser, por no encontrar las cosas que me gustaban de mí hasta el punto de preguntarme si algún día existieron realmente. Y por primera vez en mucho tiempo tengo esos ratos en los que me siento sola, y vuelvo a coleccionar pensamientos y opiniones que están condenados a ser escuchados sólo por mí. Supongo que me he decepcionado también a mí misma. Y no puedo quitarme de la cabeza que la culpa es del viento...
Así que se presenta otro Abril que no sabré disfrutar, aunque por lo menos hasta ahora ha llovido... Me encanta que llueva en este mes, siempre me ha gustado este mes, principalmente porque el Retiro se pone precioso, y hasta la plaza Mayor parece que tiene otras luces. Supongo que, como me gusta, está destinado a ser mi mes triste. Lo poquito que llevamos (que a lo tonto son cuatro días, y yo estaba convencida de que sólo llevábamos uno o dos) ha sido bastante surrealista. Una de esas veces que parece que se para el tiempo. Esta vez esta bolsa de tiempo se debe a la muerte del Papa. Me ha impactado bastante, pero probablemente no reaccione en la vida, teniendo en cuenta lo bien que llevo las cosas. Y aparte de darle más vueltas que de costumbre a mi miedo a la muerte y otros temas igualmente alegres y apasionantes, me he acordado mucho de cuando vi al Papa, y que lo que más me impresionó y más triste me puso fue sentir toda la fuerza que tenía, darme cuenta de que me sentía mucho más vieja y desilusionada que él...
Y como el post que estoy escribiendo me aburre hasta a mí misma, mejor me callo y voy a ver qué trinco por la cocina...
Escrito por RedLabel a las 3 de Abril 2005 a las 11:57 PMSiempre tan tremendista... :P
Cuando quieras mantenemos un nuevo psicoanálisis paranoico...
Es muy fácil estar desilusionada con la vida, pero en ejemplos como el Papa, debemos poner la fuerza de imitarlos...
Muchos besitos.
¿tremendista yo?? ¡Pero si no he exagerado ni un poquito nunca jamás en toda mi vida!! :P
Bueno, a mí es que más que ganas de imitar a nadie lo que me da es depre x estar desilusionada, supongo q es mi forma de ver la vida.
Gracias por el comment, algún día os los devolveré todos, que ya sé q soy una perra q no comenta nunca xD
Escrito por RedLabel a las 4 de Abril 2005 a las 12:04 PM