Hoy me habría saltado un par de clases para ir a comer a tu casa con todos, o habríamos ido a merendar por la tarde. Hace dos años ya, y sigue pareciéndome que me han echado de mi vida, que las cosas me son extrañas. No me doy cuenta de que nada es repetible, y que las Navidades han dejado de ser cíclicas. Dos años. ¿No es absurdo que todo haya cambiado tanto? Es cruel. A todos nos hubiera gustado que los conocieras. Yo me consuelo pensando que hay algo tuyo en ellos.
No sé cuánto te echo de menos. Sí, lo he dicho bien. No sé medir mis sentimientos. Sólo sé que son extensos.
No estoy triste. Es que hablo poco de ello y cuando lo hago se me escapan las palabras.
Sólo quería felicitarte...
Escrito por RedLabel a las 15 de Noviembre 2005 a las 08:02 PMEl volumen de la ausencia es inmensurable, no tiene medida, es una herida que cura muy, muy lentamente y que, aunque cierre, siempre queda la cicatriz para recordarnos ese dolor.
Animo y un beso.
pero, por que tiene que ser dolor un recuerdo? Muchas veces al recordar, nos hace aflorar una sonrisa, pero no tristeza
Escrito por HeydY a las 26 de Noviembre 2005 a las 02:15 PM