- Joer, hacen hasta limoneros de mentira...
- ¡Hala, qué monada! ¡Quiero un limonero! ¡NECESITO UN LIMONERO!!
Efectivamente, tanto ansia por poseer una planta sólo puede tener lugar en el último tramo del recorrido de Ikea (según teoría de una reconocida eminencia científica), donde tuvo lugar esta absurda situación.
- ¡Mira, limones pequeñitoooos!
- Psé...- Ambas vamos directas a sobar los limones, porque somos como niños chicos.
En tal práctica me encontraba, a punto de hacer un comentario sobre su aspecto poco verídico, cuando un intenso aroma a limón nos inundó las napias.
- Oye, ¿estáis seguras de que es de plástico?- dice una tercera "individua".
- ¡Hala! ¿Le pondrán perfume??
La carcajada y el cachondeo posterior me hacen pensar que mi teoría del perfume no tuvo una gran acogida. ¡Qué! ¡Una es de ideas fijas!
(Éstas tampoco eran de mentira.)
Ñi, sé que soy una de las tres y no sé cuál (después de leer el post un par de veces, "¡Mira, limones pequeñitoooos!" me parece una frase muy mía xD· aunque si hubiera sido yo hubiera dicho "Uyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!! Limones pequeñitoooooooos!!!")
Y lo bien que nos lo pasamos en nuestro mundo de limones de mentira con perfume qué, eh?
xD·