pensamientos inconclusos

"Puf"

Mi ordenador ha hecho "puf". De hecho, el mismo día en el que hizo "puf" mi retrovisor izquierdo (aunque más bien, lo que hizo fue "clop. fuiiiiiiiiiiiiiiiiiiii", cuando se despegó y se alejó volando por la carretera). Y el mismo día que me notificaron que tenía que pasar la ITV antes del sábado que viene. No quiero ser quejica, pero la verdad es que no fue mi día.

Y ahora estoy en el ordenador de mi señor padre, y echo de menos no tener recordadas mis contraseñas, ni tener mis favoritos, no tener que borrar el historial cada vez que me desconecto. Echo de menos, sobre todo, las seiscientas fotos de las que no tenía copia, y las cosas que había escrito, y los tropecientos gigas de música, series y pelis. Y tenerlo encendido con música cuando estoy en mi cuarto. Aunque bueno, como todas mis interacciones con la tecnología en general - y la sonora en particular-, tenía cierto grado de complicación. El ordenador está conectado a la cadena de música, y se oía a través de sus bafles. Como tanto la cadena como los bafles son de cuando se inventó el cd, están bastante sufriditos y, en ocasiones, cuando el sonido es muy tenue, se va a la mierda y deja de oírse, y sólo vuelve a su ser cuando pones al máximo de volumen algún sonido muy fuerte. De hecho, últimamente sólo resucitaban con Chop Suey. Así que si os habíais imaginado que echo de menos escuchar música en el cuarto porque fuera relajante, o porque me permitiera comulgar conmigo misma, encontrar mi yo interior y perderme en las nieblas de la consciencia, estáis muy equivocados. Incluso, creo que el hecho de que durante un tiempo no vaya a estar sometida al estrés de tanto cambio me alargará varios años la vida.

Con todo, me estoy portando muy bien, y no he pataleado nada. Pero cuando descubra que no puedo recuperar los datos, no tendré piedad: escribiré otro post, y mi venganza será terrible.