28 de Enero 2005

¿Y tú, cómo ibas a ser en el 2000?

Un día mi padre me contó cómo creía de pequeño que sería cuando cambiara el siglo. Me habla pocas veces de estas cosas, así que me gusta mucho cuando lo hace. Me dijo que se veía como un señor gordote, calvo y con barba. Sin embargo es bastante delgadito, no tiene barba y conserva muy bien el pelo, aunque para su desesperación ya no puede peinarse el "tupé", algo que se paraba a hacer sistemáticamente cuando le estabas esperando y tenías prisa...

Mi madre se veía muy delgada, un poco encogidita ya y vestida de negro, como una viejecilla de pueblo. No es delgada, ni es tampoco obesa, pero en lo que falló de lado a lado fue en la indumentaria, jamás la he visto con un vestido así, y la primera imagen que me viene a la mente ahora mismo es mi madre, con un mono de trabajo amarillo, botas de goma y careta, armada de una desbrozadora para quitar las hierbas de los bordes del jardín. Me encanta lo poco típica que es mi madre.

Supongo que todos los niños que hemos crecido en el siglo XX nos hemos hecho esa pregunta alguna vez. Yo pensaba que tendría dieciséis años y que sería imbécil porque estaría en la edad del pavo, algo que me aterrorizaba de pequeña hasta el punto de pactar con una amiga mía que nunca tendríamos la "edad del pavo". Me imaginaba tomando las últimas uvas del siglo en casa de mis abuelos, arreglada y con novio o algo así. Y yo con catorce y quince años era muy imbécil, pero no por ese lado, me dió más bien por el contrario: automarginación y ensañamiento conmigo misma, además de odio y despercio generalizado al mundo. Y en fin, lo de tener novio quedó claro que no iba conmigo...

¿Alguien más se imaginaba cómo sería en el año 2000?

Escrito por RedLabel a las 2:21 PM | Comentarios (7)

27 de Enero 2005

Tontunas de madrugada

Vale. Pase que mi gato tenga una vida sexual más activa que la mía.
Pero ¿por qué por qué POR QUÉ tiene que compartirlo conmigo???

ÑA!!

Ehm. Sí, es tarde y desvarío.

Me siento como John Arbuckle.

Escrito por RedLabel a las 1:03 AM | Comentarios (4)

25 de Enero 2005

FRIEDRICH .jpg


Abrir los ojos. Y ver
sin falta ni sombra, a colmo
en la luz clara del día,
perfecto el mundo, completo.
Secretas medidas rigen
gracias sueltas, abandonos
fingidos, la nube aquella,
el pájaro volador,
la fuente, el tiemblo del chopo.
Está bien, mayo, sazón.

Todo en el fiel. Pero yo...
Tú, de sobra. A mirar,
y nada más que a mirar
la belleza rematada
que ya no te necesita.

Cerrar los ojos. Y ver
incompleto, tembloroso,
de será o no será,
-masas torpes, planos sordos-
sin luz, sin gracia, sin orden
un mundo sin acabar,
necesitado, llamándome
a mí, o a ti, o a cualquiera
que ponga lo que le falta,
que le dé la perfección.
En aquella tarde clara,
en aquel mundo sin tacha,
escogí:
el otro.
Cerré los ojos.

Pedro Salinas

El cuadro de arriba no debería estar poniéndolo aquí, sino en un trabajo sobre los románticos alemanes que no he acabado y que tenía que entregar mañana antes del examen al que no me voy a presentar. Es de Caspar David Friedrich. Este quizá es un poco relamido, pero tiene algunos preciosos. Se dedica a buscar en la naturaleza "lo sublime", un sentimiento universal por encima de todo, de lo bello y de lo feo, y que acaba teniendo analogía con la búsqueda espiritual. Sus obras, por tanto, buscan conmover. Y en mi caso suelen conseguirlo.

Escrito por RedLabel a las 11:54 PM | Comentarios (4)

8 de Enero 2005

Sin Comentarios

"Claro, yo es que no cojo el metro. Además, el que está al lado de mi casa es de esos que hasta que sales tienes que pasar por túneles de esos siniestros, que yo me creo que cada dos por tres me va a salir el Jarri Crujer ese..."

Señoras y señores: mi tía...

Escrito por RedLabel a las 3:33 PM | Comentarios (12)

5 de Enero 2005

Bueno, pues ya llegan los Reyes. Desde siempre ha sido mi día preferido de Navidad.

No sé muy bien por qué me entra a estas horas la morriña, lleva pasándome todas las Navidades.

Y tampoco sé muy bien por qué coño tengo esto abierto, así que creo que me piro hasta que escriba algo decente.

Que os traigan muchas cosas los Reyes...

Escrito por RedLabel a las 11:35 PM | Comentarios (3)

4 de Enero 2005

Pensamientos no sólo inconclusos

Me gustaría escribir alguna de esas cosas sin sentido con las que invadía antes las servilletas de la C***, el bar donde descubrí el placer de las jarras hace ya algunos años. Eran cosas sin mucho sentido, en las que no importaba lo que decían sino en tono en el que sonaban las palabras, a veces contundentes como el tañido de una campana. Qué bonito tenía que ser Madrid cuando estaba lleno de iglesias y se oía a las horas en punto todas las campanas juntas... Me encantó eso mismo cuando estuve en Roma. Estábamos allí, fregando tejas en lo alto del pequeño monte, aún era temprano y hacía fresco, y cuando respirabas y sentías el frío, el día parecía realmente nuevo, y podías creerte un rato que hay esperanza. Y cada hora, durante cuatro o cinco minutos, se oían todas las campanas de la ciudad, e incluso los cañonazos que suenan a las doce en el Vaticano. Hay muchas iglesias a las que la tecnología no ha llegado o, afortunadamente, han decidido pasar de ella. Siguen haciendo sonar las campanas a mano y no con esos cacharros programados que las hacen sonar metódicamente sin necesidad de que se balanceen de un lado a otro. Y las velas de peticiones, siguen siendo velas y no unas bombillitas que se encienden al echar una moneda, como si fuera una máquina tragaperras. Puede que eso fuera lo que más me gustaba de pequeña de las iglesias, acercarme a encender una vela...

La segunda vez que estuve en Roma, poco después de llegar, fue precisamente eso lo que hice. Subí a Santa Sabina, uno de los sitios que más me gusta en este mundo, y encendí dos velas cumpliendo una promesa. Acabé aquel viaje llorando en esa misma iglesia y poniendo otras dos velas sin saber muy bien por qué.

Creo que iba a escribir algo distinto, incluso algo coherente, pero bueno, dejaremos que se quede esto así, como a medio hervir.

Por cierto, ni lo he releido, si veis algo más raro de lo normal decídmelo.


Sé que no se ve bien. Es la cerradura de la puerta del Priorato de los Caballeros de Malta. Si miras a través de ella, lo que se ve es la cúpula de San Pedro. Uno de mis misterios favoritos.


orden de malta.jpg


Escrito por RedLabel a las 2:11 PM | Comentarios (0)