(...)
Las oportunidades, sólo son tales cuando estamos preparados para aprovecharlas.
(...)
Es una de las conclusiones del texto un tanto psicótico en el que llevo inmersa hora y pico, y que tanta falta me hacía.
No estoy enfadada. Bueno, quizá lo estuve, en un ataque de rabia en un momento concreto. Pero no estoy enfadada: en absoluto.
No debería escribir esto, ni nada. Debería seguir como hasta ahora, cerrando los ojos y tirando para adelante, a pesar de las preguntas que tengo ahora sobre mi vida. A pesar de no estar muy segura de lo que estoy haciendo, y a pesar de que mis ralladas, siempre activas, me hagan creer que engaño a una persona inocente. Pero en realidad, sé que son sólo ralladas que tengo que dominar antes de que se me desmanden, y que nada suele sre tan complicado como me lo planteo.
Pero es que, de pronto, he pensado que había hecho una idiotez, y necesitaba arreglarla. Lo siento.
/Stop./
Y respondiendo al clamor del público, puesto que me han nominado tanto Lady Wasabi como Zupe, he aquí el meme este.
1- Coge el libro que tengas más cerca, ve a la página 18, escribe la línea 4:
Con vuestro permiso, agarro un poco más de la línea anterior para que tenga sentido: "- Está bien -dijo una mujer-. Pero todavía eres muy pequeña. Alguien ha de cuidar de ti." De Momo, Michael Ende.
2-Si extiendes tu brazo derecho ¿Qué llegas a tocar?
Si lo extiendo hacia la derecha, la manta, el edredón, y la gabardina y la bufanda que he dejado tiradas encima.
3-¿Qué fue lo último que viste en la tele?
Algo en casa de mi tía hoy, pero no soy capaz de recordarlo. Un telediario, creo.
4-Sin mirar, ¿qué hora es?
23:30
5-Ahora, mira, ¿Qué hora es?
23:10, me he colao.
6-Dejando a un lado el ordenador ¿Qué oyes/escuchas?
La música que tengo puesta. Y si la apago, al perro de los putos vecinos, que lleva ladrando íntegros los tres últimos fines de semana.
7-¿Cuanto tiempo estuviste fuera el día en que estuviste más tiempo en la calle?No estoy segura. Creo que, tristemente, debe haber sido el día que tuvimos entrega de trabajos de Antropología en la carrera. Debí salir a las 8 de la mañana o así de casa, y volver a la 1 de la madrugada del día siguiente... ¿40? ¿Vólví realmente a esa hora? No recuerdo gran cosa.
8-Antes de escribir esto en tu flog que hacías?
Leer otras cosas, y plantearme levantarme a quitarme las lentillas.
9-¿Qué llevas puesto ahora?
Pues qué va a ser, una camisa y unos vaqueros. Aunque la camisa no es de cuadros.
10-¿Soñaste anoche?
A trompicones, no dormí del tirón.
11-¿Cuanto tiempo te estuviste riendo la última vez?
Un ratillo, no mucho. Pero es que estoy muy cansada xD
12-¿Qué hay en las paredes del cuarto en el que estás?
Puf. Un armario empotrado en un lado, con estanterías y un tocador con espejo. Al otro lado, otras dos librerías y una cosa para cds. Al otro, dos estanterías. Los cuadros llevan apoyados en la pared sin colgar cosa de 6 meses, y hay también colgados dos calendarios con fotografías, uno encima del otro, de barcos de vela y de vistas de Praga.
13-¿Has visto algo extraño últimamente?
El otro día, yendo en el coche, el que iba delante se estampó un poco contra el que venía por la calle perpendicular. Mientras se bajaron a discutir y demás, pasó junto a ellos un hombre andando, con chaqueta, bufanda y en calzoncillos. Fue una curiosa estampa navideña.
15-¿Cuál es la última película que has visto?
¿Entera? No estoy segura... Quizá el finde antepasado, Harry Potter y el Cáliz de Fuego, que la pusieron varias veces en Canal Satélite, y entre todos los trozos que pillé creo que vi completa xD
16-Si te hicieras multimillonario/a de la noche a la mañana; ¿Qué comprarías?
Todos sabemos que tendría que gastarlos en terapia porque me rallaría pensando en qué iba a hacer con tanto dinero, o porque me rallaría pensando que en realidad no deberían ser para mí, o por lo que fuera xD No, en realidad no estoy segura. Creo que me dedicaría a montar negocios, comenzando por una asesoría cultural.
17-Algo sobre tí...
¿Por qué de pronto siento tanta desconfianza hacia la lámpara que pende sobre mi cabeza?
18-Si pudieras hacer algo en el mundo, independientemente de la política, ¿Qué harías?
Tristemente, no estoy segura de que pueda hacerse algo en el mundo independientemente de la política.
19-¿Te gusta bailar?
En principio debería contestar que no, pero la verdad es que hacer el gilipollas sí que me gusta un rato. Aunque siempre va en relación directa con el número de copas que haya ingerido.
20-¿Qué piensas de George Bush?
Buah. Pues por lo poco que sé, que no es mucho, me parece un inculto que dirige como le da la gana. Sin embargo, es una definición que puede aplicarse a demasiados políticos xD
21- Imagina que tienes una niña; ¿Cómo la llamarías?
No me apetece ni imaginarme que tengo niños.
22-Imagina que, en vez de tener una niña, tienes un nene ¿Cómo lo llamarías?
Idem.
23-¿Te gustaría vivir en el extranjero?
No por mucho tiempo.
24-¿Qué te gustaría que te dijese Dios cuando llegues al cielo?
"La barra libre está en aquella esquina, los pinchos de tortilla en aquella mesa..." xDD
Nah, no es una pregunta que me merezca la pena plantearme seriamente.
Hale, yo no nomino a nadie, que lo coja quien tenga ganas.
Por mucho que mi día haya sido un torbellino, aunque esté enfadada contigo, conmigo, con todo el que se me ponga por en medio, subsisten en alguna parte las calles que no llegué a enseñarte, libres de los pasos del reloj, sintiéndolo a un mismo tiempo con la seguridad de haberlo vivido ya, con la confianza que se tiene en los planes prontos a cumplirse y con la sensación de asistir a un presente, mezcladas tres mentiras en un compás imposible, creando una verdad sola.
Y así calmo mi rabia, y recuerdo de paso cosas que había olvidado ya.
Después de patearme ayer Madrid, empezando por Huertas, siguiendo por Moncloa y acabando por Chueca a altas horas de la noche, me he quedado ahora mismo tan clavada en el sitio que dudo mucho que consiga levantarme de la cama en todo el día.
(...o de cómo descubrí sin sospecharlo que existe la actividad mental a las 7 de la mañana)
Leyendo la cartelera en el suplemento de cine del periódico, durante el desayuno, me he dado cuenta de un par de cosas. Una, que estoy de mucho mejor humor que cuando me tomo el café leyendo las noticias del día anterior, sin duda; otra, que echo de menos ver pelis buenas, o, mejor dicho, echo de menos centrarme lo suficiente en una película como para que me fascine.
Antes, quieras que no, tenía una remota idea sobre el tema: sabía qué películas se estrenaban, qué actores existían. Y ahora, me ocurre como cuando pasa por mis manos alguna revista del corazón, que no tengo ni zorra idea de quién es ninguno de sus protagonistas.
Hubo una época en la que incluso tuve cierto lustre sobre cine clásico, debido a mi primo, verdadero cinéfilo, que, con la insistencia de un instructor (o de una mosca cojonera, según se mire), trataba de inculcarnos las perlas de sabiduría que extraía de sus conocimientos. Utilizaba para ello un método único, sólo comparable al plan de reinserción de La Naranja Mecánica, que consistía en atraparte por sorpresa y someterte a un visionado de algunas escenas míticas de distintas películas. Lo habitual era que estuviésemos en su casa tomando una copa tranquilamente, una noche cualquiera de fin de semana y que, de pronto, a eso de la una y algo, una voz atrajera la atención del grupo, apagando el resto, y dijera de forma determinante:
- ¡Es la hora de Alfredo García!
- ¡No, por Dios!- normalmente, sólo dos voces femeninas.
Entonces, un sinfín de cortes pasaban ante nuestros ojos, mostrándonos las escenas más selectas de su filmoteca. Comenzaba casi invariablemente por Quiero la cabeza de Alfredo García, de Sam Peckinpah, de la que gustaba deleitarnos, sobre todo, con el despertar del protagonista matándose las ladillas con aguardiente, entre muchas otras. Otra época dio en ponernos el principio de Lolita en versión original subtitulada, con lo que pasó a nuestro vocabulario más inmediato la frase del alcoholizado personaje de Peter Sellers: "Rrrrroman ping... and you're supossed to say: roman pong." También vimos múltiples veces El Crepúsculo de los Dioses, tan sólo hasta el célebre entierro del mono, o la escena del circo de El Hombre Elefante.
Ciertamente, a pesar de las ganas de estrangularle que te entraban a veces cuando aparecía con una cinta en la mano y acababa con cualquier conversación en la que estuvieras inmersa, el recuerdo de esas noches es único. Debo además tener en cuenta que gracias a él he podido disimular siempre que no tenía ni puta idea de cine, y también, escapar de algunas conversaciones de cinéfilos plúmbeos, que insistían en debatir conmigo sobre películas que no conocía, y que enmudecieron al relatarles la escena de las ladillas de Alfredo García, supongo que por distintas razones en cada caso. Recuerdo también, por otro lado, a una de las personas más dulces que he conocido riendo a mandíbula batiente con tal historia: mi tutora del trabajo de fin de carrera. Lo que no sabría explicar es qué me llevó a contarle tal relato a una profesora de mi universidad.
Lo que me ha traído a la memoria todo esto es que he visto en la cartelera Blade Runner, en el Kinépolis, que, por supuesto, engrosaba con el resto la "Muestra de Escenas Básicas del Cine" de mi primo (supongo que no hace falta decir con cuál competía: "He visto cosas que vosotros no podríais imaginar..."). La verdad es que lamento mi incultura. Todos aquellos cortes se me han quedado grabados de manera indeleble y, sin embargo, no llegué a ver completa casi ninguna de las películas a las que pertenecían.
He recordado, sirviéndome una segunda taza de café tranquilamente, todas esas otras de las que sí puedo opinar, porque me las habré tragado entre una y ochenta veces. He intentado también recomponer mi lista mental de actores favoritos, comprobando con disgusto que he bajado mucho el listón de mi criterio, pues todas eran actrices, y no creo que todas destacaran por su calidad interpretativa. Era muy temprano, y no daba con ningún actor cuya interpretación me hubiera impresionado realmente, hasta que me he acordado de Johnny Deep interpretando a Doc Holliday en Tombstone; tísico, alcohólico, inteligente y con mala estrella. La escena en que cruza insultos en latín con otro pistolero no tiene desperdicio, pero la que verdaderamente me impactó fue la de su duelo en solitario (en solitario no porque fuera contra sí mismo, obviamente, sino porque no me refiero al O.K. Corral). El tiempo se detiene mientras los dos pistoleros comienzan a dar vueltas en círculo, tentativamente, mirando al otro a los ojos; y en ellos se reflejan perfectamente sus ánimos, sus pensamientos, hasta convertirlo en una lucha mental en vez de física. El desafío, el pulso, la determinación, el miedo. Un duelo a sufrimiento, aunque sea un concepto de otra peli.
Total, que me saquéis un poco de la monotonía de mi vida, a ver si organizamos unas sesiones de cine o algo, eso sí, apartando cuidadosamente de la elección de la película a dos que yo me sé (es una discriminación totalmente fundada, y lo sabéis! ¡Guardo las pruebas!). Y hasta que eso ocurra, y suponiendo de manera optimista que hayáis llegado hasta aquí, llenadme un poco el blog y contadme alguna escena que os haya impactado, o recomendadme alguna peli.
(Y siento la calidad de las fotos, me encantaría poner otras mejores, pero no me apetece).