20 de Junio 2008

Hoy me ha llegado el borrador de la declaración de la renta, que he pedido por primera vez, yo solita (y a última hora, por supuesto).

Hay veinte mil cosas que no entiendo, pero creo que la que más tristeza me ha provocado ha sido la de mis rendimientos bancarios (y eso, teniendo en cuenta ya estaba psicológicamente preparada después de haber visto mis ingresos anuales). El resumen viene a ser el siguiente:

Rendimientos:

0,09

Y por si fuera poco:

Retenciones:

0,01


Triste, triste...

Escrito por RedLabel a las 2:53 AM | Comentarios (2)

17 de Junio 2008

[Otra entrada que no publiqué y que libero, un poco absurdamente, 11 años después.]

Mi abuelo debía tener cosa de unos diez años cuando murió su abuelo. Le mantenía muy vivamente en su memoria. Siempre decía que era la persona a la que más había querido en el mundo. (Bueno, en realidad añadía después: "Y ahora, a ti." Pero es que fui la unica nieta con la que sufrió chochera abuelense).

Es normal que le quisiera tanto, vivió siempre con sus abuelos en vez de con sus padres. Me resulta difícil imaginar cómo sería su vida entonces. Tengo algunas pistas, como una foto en la que aparecen ambos abuelos; el mío, con tres o cuatro años montado en un burro; el suyo, un señor de barba blanquísima con boina, paseando al borrico con una cuerda. Pero a pesar de tanta ventana, no soy capaz de figurarme un día suyo. No soy capaz de imaginarme muchas cosas últimamente, pero, en fin, era consciente de que esto pasaría, y creo que es necesario que todo transcurra así.

Mi abuelo contaba que, cuando estaba su abuelo muriéndose, él se pasó todo el día llorando debajo de una cama. Su amigo Marciano (siempre me fascinó ese nombre) hacía conque jugaba con él, para que pudiera esconderse y llorar a gusto donde nadie le viera. Y alguna muchacha le riñó por estar jugando mientras su abuelo se moría.

Qué curioso es el ser humano. No sé qué podría haber sido más normal en el mundo que un niño llorase por su abuelo. Y, sin embargo, comprendo perfectamente la complicidad de los dos niños, esa preocupación porque ningún adulto se entere de lo que está pasando. Pero no logro recordar cuál es el porqué. Y la verdad, es ciertamente importante que lo recuerde.

Ahora estoy tensa, al fijar mi atención en algo que no soy yo. "Overhelmed" es una palabra que refleja mucho mejor mi estado de ánimo que "superada". Pero no me creo que no haya una palabra en castellano más acertada que esa.

Escrito por RedLabel a las 12:41 AM | Comentarios (0)

2 de Junio 2008

Tengo guardados en la carpeta de "borradores" del orden de ocho o nueve post, unos más incongruentes que otros, esperando a que los retoque o a que los publique tal como están. O a que me decida a borrarlos, simplemente, pero dudo mucho que eso ocurra. Nunca me había pasado antes, o al menos, no tan en masa. Por lo general, las cosas que son sólo mías, las que sirven para desaturullarme la cabeza (o aturullármela más, según el día) se quedan en una libreta, y ahí se acaba la cosa. Y además, antes ni siquiera me gustaba teclearlas directamente.

Aún no tengo nada que me interese contar. Unas veces más, otras menos, bombardeo a quien pillo por banda con la misma información repetitiva, y no hay grandes variaciones.

La vida es cuestión de elecciones. Y yo he elegido mal hace poco de la manera más estúpida. Pero después de haberme derrumbado un poco, pienso que siempre queda tiempo para tomar nuevas decisiones. Y que, en realidad, no hay elección mala, porque no existe alternativa con la que compararla (aunque no estoy muy segura de si esta idea es de esas que te crees porque las repites, pero que cuando te paras a pensarlas cinco minutos te parecen increíblemente absurdas).


Últimamente maltrato a Madrid, como hace todo el mundo, como he descubierto que ella misma hace, si es que se puede atribuir voluntad a una ciudad. Últimamente no quiero más que irme. Con cualquiera, además, con todas las que se me han ocurrido: Zaragoza, Barcelona, Cuenca, Londres, Florencia... incluso he vuelto a pensar en Roma. He imaginado veinte vidas distintas, sin decidirme, sin que ninguna llegara a convencerme realmente. A lo mejor me bastaría con mudarme de barrio. Hace dos meses no me habría hecho falta largarme, pero ahora me parece algo inevitable. Madrid me pone triste desde hace dos meses, pero porque, en cierto modo, lo asocio con lo que no he sido capaz de hacer.

Y hasta aquí llega por hoy el ombliguismo, que me aburro. El próximo post, cuando de verdad quiera contar algo.

Escrito por RedLabel a las 10:48 PM | Comentarios (4)

1 de Junio 2008

Cosas que no quiero, cosas que quiero

["Desclasificado" en 2019]
Dicen que lo más difícil es empezar, dar el primer paso. Para mí, lo más difícil es mantenerme en vuelo, no dejar que me invada el miedo retroactivo después de haber pegado el salto.

Todas las cosas que tengo que contar son sobre mí, y estoy un poco harta. Estoy hasta los cojones de decir que estoy triste, de decir que estoy confusa, de decir que no sé qué cojones hacer con mi vida. Pues no, no tengo ni puta idea de qué hacer con ella. Pues sí, lo estoy pasando mal y no hago nada por evitarlo. Sólo quiero salir de ese círculo vicioso y poder hablar de otras cosas, poder escuchar otras cosas. Pero para que eso ocurra, algo tiene que hacer click.

No puede ser sana esta situación. No es posible pensar tantas horas sobre lo mismo sin encontrar la solución.

¿Qué es lo que quiero? ¿Realmente quiero pasarme aquí el domingo, dándole vueltas al rompecabezas? No lo creo...

Debo empezar por cosas simples... Quiero levantarme, comer y ducharme. Quiero coger un buen libro y leer. Ir al laboratorio a tirar la empanada que está criando cosas, y ampliar alguna foto. Alguna buena, a ser posible.

Voy a empezar por dejar de escribir, por guardar esto en borradores y levantarme a la cocina...

Escrito por RedLabel a las 5:35 PM | Comentarios (0)